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miércoles, 15 de enero de 2020

En plena Batalla





Han pasado varias semanas desde que comencé la quimioterapia. Ayer comenzó el tercer ciclo: 6 horas en la clínica conectada, luego me envían a casa con una bomba portátil de químicos que me surte por 48 horas. Y luego descanso por 11 días.

He tenido mucha suerte. Me he sentido muy, pero muy bien, a excepción de una sensibilidad al frio en la garganta y en las manos que llega hasta es divertida porque me recuerda aquellos caramelos que era como un polvo que al tocar la lengua explotaban ¿recuerdan? Solo que no es realmente divertida, por mas que trato de reírme cuando me pasa la sensación es terriblemente desagradable y simplemente la evito. Parece ser acumulativa aunque al final de cada ciclo disminuye. Eso y una baja de energía general que no es cansancio sino mas bien como si estuvieras en un limbo, sin deseos ni motivaciones, cierras los ojos y flotas. 

Hay que entregarse y abrirse a recibirlo todo. Y recibirlo con gratitud. Agradezco la quimio, antes de someterme a ella la veía como un veneno pero escuche una mujer diciendo que ella  veía la quimio como pequeñas pirañas que se comían los tumores “chop, chop, chop” eso cambio mi apreciación y creo que ha sido determinante en lo bien que me esta cayendo. Eso, la actitud interior y las oraciones y las energías positivas y de luz que me están enviando constantemente ese ejercito maravilloso que me acompaña de amigos y familia. 

Eso, la aceptación como algo beneficioso y luego un comentario que le hizo a mi hija su amiga Mariana: “Megwyn, dile a tu mami que el cancer odia la felicidad” me hacen sonreír y cuando veo el amor de mi familia, la manera en la que me cuidan, la dicha de haberlos tenido a todos  mis hijos aquí en Diciembre juntos los 6, perdón, los siete porque tuve una Estrellita maravillosa llamada Nicolas, mi nieto de ano y medio, de inmensos ojos y maravillosa alegría que iluminaba los días desde muy temprano, cantando e investigando, corriendo , jugando y tirando todo como lo hacen los niños de ano y medio.  Terminamos todos cantando canciones de cuna, así como hipnotizados, con una canción incrustada en el cerebro que venia a la garganta en cualquier momento…the wheel on the bus goes round and round, round and round, round and round….y cuando se te olvidadas escuchabas al nietecito tarareando en su idioma de bebe.

Y la pregunta…¿cómo va mi cancer?
La verdad…ni idea. Si me preguntas que siento yo, pues yo no siento…NADA.  Sé que tengo cancer por los exámenes, por lo que dicen los tac y por la quimioterapia pero si es por lo que siento, yo diría que no tengo nada. Que ya no esta. 

Sigo hablándole a mis células y declaro no tener nada pero el trabajo va mucho más allá. Estoy desarrollando una relación diferente con el cancer, ha cambiado mi apreciación de lo que significa y es, y quizás la manera de como lo veo puede estar un poco en disonancia con todas las cosas que he leído y con lo que he estado de acuerdo. Que si es una respuesta a un trauma emocional, que curando la emoción especifica referida el cancer se cura, que es una disfunción celular sin motivo aparente…lo que si es cierto es que es algo que hoy en día es prácticamente un acompañante de la humanidad, una causa de muerte poderosa. Dónde y por qué se origina?  ¿existe a la ves en el cuerpo físico y en el cuerpo espiritual? O cómo dirían los esotéricos en los cuerpos superiores? Reacciona a los medicamentos físicos y también a la fuerza de la oración propia y conjunta, así como a los manejos de energía y transformaciones emocionales …volvemos a la idea de que somos un todo, de que estamos conectados no solo con otros seres y la naturaleza, también con mundos espirituales cuya inherencia podemos percibir si desarrollamos la atención y necesaria percepción y en retorno podemos ejercer influencia en ellos y en la manera en que se desarrolla nuestro ser y nuestro entorno.

Como ven, son muchos pensamientos tratando de tomar forma en mi mente. Debo ir organizando mis ideas para saber exactamente que es lo que pienso y siento. Solo sé que este cancer me hará cambiar muchas cosas internas que aun no logro definir pero sé con seguridad que es una puerta a un nuevo paradigma.

Tratare de ir escribiendo a lo largo del camino.
Estoy aquí entre dos océanos a mis costados. A mis pies, el valle silencioso y sobre mi, este cielo.