Buscar este blog

Mostrando entradas con la etiqueta cuentos cortos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cuentos cortos. Mostrar todas las entradas

sábado, 30 de mayo de 2020

38 años antes de la cuarentena. Vente para las 4








Afuera una voz dice: ¡Faltan vente para las cuatro... 

¡Extraordinario!!! 

¿Cuatro que? El tiempo ya no se mueve, inmóvil, las horas han dejado de correr y el reloj de mi cuarto se ha detenido…Hay quien dice que esta malo, echado a perder…me aconsejan mandarlo a reparar, pero yo se que sería inútil, su problema no es la maquina no, es el tiempo en si el que no corre, no pasa, por lo menos en esta casa.

Porque en esta casa el polvo no se acumula, ni la basura. Hace algún tiempo que no llegan facturas, se detuvieron en el mes de Marzo… ¿o era Abril? Llevo una cuenta de los días por lo que me dicen las personas que veo,-te veo el lunes- dicen y yo me asusto un poco por temor de que vengan cuando menos las espero…tengo rayas por todas las paredes y las tacho a medida que me acuerdo, lo calculo un poco por el hambre que me da y por un ligero cambio que siento en el ambiente, solo hay un problema y es que casi nunca como, así que me cuesta mantener las apariencias; ya perdí el trabajo que realizaba pues pasé (según mis cálculos era el tiempo correcto) así digo que pasé por las oficinas de la empresa a la cual le trabajo y me sorprendí mucho cuando me dijeron que el trabajo se lo habían  dado a otra persona en vista de que yo no aparecía.

Total, desde ese momento no he vuelto a salir de casa.

Me asomo a la ventana y cosa extra ña, siempre veo la misma escena, el niño de mi vecina juega y juega con una pelota roja, si, roja, no e decolora ni rueda por el suelo…siempre con la misma precisión va de su mano a la pared y de la pared a su mano …
Mis amigos hacen de tripas corazón y casi no se acuerdan de mi. El teléfono si, el teléfono siempre suena la misma llamada equivocada; a veces me siento un poco sola y le digo: - ¡Espere! vamos a conversar…pero siempre me contesta: -Disculpe, estoy equivocada- y cuelga.

He llegado a pesar si esa llamada no será la culpable de la detención del tiempo ya que me da la idea de un disco rayado que se repite y se repite…
Pero ya no importa mucho, desde que se detuvo el tiempo he notado que las canas que habían comenzado a salirme se han detenido también y mi pelo continúa negro y brillante, y pensando en la posibilidad de que nunca vuelvan me digo, con la propia coquetería de mi sexo, ¡Que maravilla! Es mejor así.

Estoy aquí entre dos océanos a mis costados. A mis pies, el valle silencioso y sobre mi, este cielo.